Allá por el mes de enero contaron conmigo para hacerme un encargo de una pareja de lolitos llenos de detalles. Para ambos me pidieron que llevaran una hojita de marihuana en la camiseta (yo no soy nada fan de esto, pero el cliente manda), un cigarro de liar y la marca de las zapatillas de cada uno. Además ella llevaba un piercing en la barbilla y dos rastas, cada una decorada como las lleva en la vida real: una con un abalorio azul de madera y la otra con la bandera rasta en hilo. Y acompañando a la pareja, ¡su perrita! (a escala, of course!)
A mi parecer el conjunto quedó precioso. Nunca había tenido que poner tantos detalles en los muñecos y pensé que no lo iba a conseguir, pero el resultado habla por sí mismo.
La reflexión viene porque a pesar de todo el esfuerzo, cuando la clienta recibió el paquete (perfectamente envuelto y decorado) me escribió para decirme que el precio le parecía exagerado para el tamaño de los muñecos. Yo no engaño a nadie, las medidas aparecen en el blog y el precio se acuerda con antelación. Eso sin mencionar que lo que recibe es algo completamente EXCLUSIVO y PERSONALIZADO, que lleva muchas horas de trabajo, mucho mimo y mucho cuidado. Cada uno de los detalles está trabajado con mucha meticulosidad, y precisamente el que el tamaño de los muñecos no sea muy grande, hace que el esfuerzo resulte mayor. Hago esto porque me gusta, me realiza, potencia mi creatividad, me relaja… pero no para ganar dinero. Gracias a Dios tengo un trabajo que me permite hacer cosas como estas sin el estrés de pensar lo que tengo que cobrar por ello, pero pagar apenas 4€ la hora por un trabajo realizado a mano y hecho a medida no me parece para nada exagerado.
En fin, aun con esta reflexión que me deja un poco triste, os dejo aquí el resultado de ese trabajo, que de verdad ha sido uno de los más elaborados que he hecho (si no el que más).
Pares y Loles 